Era un derbi de armas tomar. Los cachorros supieron capear el temporal inicial, defendiendo con fe el acoso a balón parado local, y fueron ganando en juego. De hecho, la primera ocasión clara fue de Varela, detenida por Adrián. En el balón suelto pareció claro penalti por agarrón a Ibon Sánchez.
El filial rojiblanco dio un paso al frente tras el descanso. Avisaron Jauregizar y Duñabeitia y, a la tercera, acertó Mattheus con un gran cabezazo a centro medido de Olabarrieta. Bien pronto, en una acción de Mattheus con Izeta, el Bilbao Athletic puso el 0-2 y no cayó el tercero por la parada de Adrián a Duñabeitia en un penalti cometido sobre él mismo que dejó a los locales con diez hombres.
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