
Este escenario podría suponer un grave perjuicio económico, deportivo y, especialmente, social para la Entidad. El apoyo incondicional de nuestra afición ha sido determinante para sostener al Club en una etapa compleja, marcada por un proceso judicial aún en curso y la ausencia de inversión privada. El Málaga CF se financia, hoy por hoy, con los activos que es capaz de generar por sí mismo, y su masa social es, sin duda, el más valioso de ellos.
El Club respalda plenamente el proyecto de dotar a Málaga de un estadio moderno y acorde al crecimiento de la ciudad y de su equipo. Sin embargo, esta transformación debe abordarse con las máximas garantías y sin comprometer la estabilidad del Club ni el derecho de sus abonados a acompañarlo en esta nueva etapa.
No podemos olvidar que el Málaga Club de Fútbol es el primer equipo de la provincia, el que representa a Málaga en el panorama futbolístico nacional y el que canaliza, cada semana, la ilusión de decenas de miles de malagueños y malagueñas.
Confiamos en la voluntad de las instituciones, que han demostrado su apoyo al Club a lo largo de los años, tanto en lo simbólico como en lo económico —a través de patrocinios y colaboraciones—. Por ello, hacemos un llamamiento a la búsqueda de una solución que permita mantener la asistencia del grueso de la afición, garantizando así la viabilidad deportiva y económica de la entidad durante este periodo de transición.
Solo con una respuesta proporcionada a la dimensión social del Málaga CF se evitará un impacto potencialmente irreversible sobre el club de referencia de la ciudad y la provincia.
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