
Muriqi aterrizó en la isla en enero de 2022. Lo hizo en estado de cesión y en un momento complicado: el equipo se jugaba la permanencia en Primera División. Con su entrega y sus goles no sólo contribuyó considerablemente a una agónica salvación, sino que se ganó rápidamente el cariño de todo el mallorquinismo, que celebró que ese mismo verano el club lograse mantenerlo en propiedad. En tres temporadas y media, el delantero kosovar ha disputado 118 partidos con la camiseta bermellona, en los que ha aportado 35 goles y 11 asistencias.
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