Decisión de quedarse: "No me gusta mucho hablar de estos temas, pero es verdad que yo en mi presentación el primer día lo dije y lo vuelvo a repetir, que venía aquí porque quería jugar en el Málaga. Lo seguía desde hacía tiempo, era un club que me llamaba mucho la atención. Se dio hace dos años y lo primero que hice cuando nos comunicaron el ERE fue sentarme a hablar con Manolo y ver las opciones tanto deportivas como económicas. Lo más importante que le hice saber era lo deportivo. A partir de ahí empezamos una negociación que no fue fácil y fue lenta. Así fueron aconteciendo durante el verano, fue una pretemporada larga y dura. Al final todas las decisiones son respetables, somos personas antes que jugadores. Cada uno tiene su vida, hijos y familia. Si de algo puede presumir el aficionado del Málaga es que tiene una plantilla comprometida desde que yo estoy aquí".
Jugar sin público: "Jugar cada 15 días en La Rosaleda es una sensación indescriptible. Con ella llena empezaríamos ganando todos los partidos. La afición es fundamental. Una de las cosas que me han hecho seguir aquí es lo que sentí aquel día cuando nos eliminan del play off, es algo que no he vivido nunca en el mundo del fútbol. Algo muy bonito. Es de agradecer, es una afición que se merece alegrías y disfrutar del club como nadie".
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