Sobre las 10:30 horas saltó el equipo al césped, donde cuerpo técnico y jugadores se conjuraron en un rondo. Tras una primera vuelta casi perfecta en La Rosaleda, no había un sitio mejor para esta escena de unión y compromiso del equipo malaguista. Después de cerca de una hora de conjura, donde todos los presentes han tenido la oportunidad de despedir el año y expresar sus deseos para 2022 junto a sus compañeros, la plantilla comenzó su entrenamiento.
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