Situación compleja: “Hay un ambiente de crispación con toda la razón para la afición. Llevan muchos días de tragar veneno. Tenemos que transmitir y no le hemos hecho. Partido igualado, aunque no estemos acertados. Tenemos que estar preparados para encajar un gol, hace tiempo que no remontamos un partido. Tenemos que ser resistentes. Sabíamos que iba a ser un partido así, pero no podemos perder guerreros. Hemos variado sistema, con más corazón que cabeza, y hemos intentado acabar en portería contraria. No transmitimos que podamos marcar dos goles en un minuto. Poco que transmitir y mucho que trabajar”.
Confianza del vestuario: “Es cierto que la puntuación está ahí, ahora hay que manejar otro tipo de registro. Cuando hay fuego hay que buscar solución. Dar las gracias a la afición porque es increíble. Esto es resistir y nadie va a desistir. Mañana, a trabajar y pensar en el Albacete. No podemos dejar de insistir y el primero soy yo”.
Clave del cambio: “Hemos perdido un momento único de cambiar el chip. Tenemos que encontrar esa victoria a raíz del trabajo, transferencia en el resultado del partido. Eso nos va a hacer creer, en autoestima. Cuando vienes de empate en Gijón. Cada partido que pierdes se multiplica por mil. Tenemos que cambiar el chip y pensar en ganar al Albacete”.
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