
En el césped, Pellicer hizo cambios en todas las líneas en relación con el partido anterior en Elche. Carlos López, bajo los palos, fue la principal novedad al debutar en Liga, en La Rosaleda, en Segunda División. Puga y Víctor entraron en defensa por Nelson Monte y Gabilondo; Izan y Kevin hicieron lo propio por Luismi y Cordero en la media; y Dioni, por Lobete, alta en ataque.
El Burgos CF dejó su sello muy pronto en el choque. Contragolpe letal que resuelve con frialdad Edu Espiau (0-1, 9’). El Málaga CF buscó el empate de inmediato y Kevin, con dos disparos en el 14’ y el 21’, y Manu Molina en el 23’, con otro chut lejano, lo intentaron sin fortuna.
Tras una pausa de hidratación, ya en el 32’, los de Ramis repitieron fórmula y Espiau, nuevamente, tuvo el segundo en una contra fulgurante con un remate que pasó muy cerca del poste izquierdo. Dioni, en el 35’, tiró de zurda con mucha rosca fuera a pase de Larrubia.
Al borde del descanso, lo intentó de nuevo Dioni con una jugada en el área del Burgos que finalizó Chupe y acabó rechazando la defensa y el portero visitantes (44’).
En la reanudación, Pellicer introdujo en el campo a Antoñito Cordero en lugar de Carlos Puga. En el 51’ Espiau, primero, y Córdoba, acto seguido, dispusieron de sendas ocasiones para un Burgos muy serio que seguía su plan de partido sin apenas fisuras. La respuesta, inmediata, vino con un derechazo de Larrubia que repelió Cantero (53’).
La emoción marcó los cambios de Dioni y Manu Molina, ovacionados por la afición, cuando fueron sustituidos por Lobete y Juanpe en el 56’. Carlos López evitó el segundo del Burgos y, en el mismo minuto, Fer Niño batió al portero malagueño embocando la pelota en las mallas (0-2, 65’).
Roko Baturina, por Kevin Medina, fue el cuarto cambio blanquiazul en el 66’. El Burgos con todo a favor pudo ampliar su renta, pero Carlos López, ágil y felino de reflejos, lo evitó demostrando su talento a pesar de la inactividad. En el 77’ la tuvo Chupe, con un remate que salió ‘mordido’ muy cerca del palo derecho.
Rafa por Izan Merino, en el 80’, última sustitución de Pellicer para refrescar la zona medular. El canterano sevillano besó el santo nada más entrar, con un disparo cruzado que perforó las mallas (1-2, 82’). Y, aún con la euforia del primer gol, Lobete materializó el empate ante una parroquia malaguista que no cesaba de animar (2-2, 84’).
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