En cuanto al verde, ambos conjuntos pugnaron por el control del cuero en los primeros compases del duelo. Los locales trataron de meter a los blanquiazules -verdimorados en esta ocasión- en su propio campo en el primer tramo de partido, pero la expeditiva defensa visitante inhabilitó los intentos rivales.
Tras la reanudación, el juego continuó con la misma tónica. Sobre el césped dio la falsa impresión de que el partido no se llegó a detener en ningún momento. Los malaguistas merodearon con hambre de gol el área contraria y frecuentaron campo contrario. Las Palmas también trataron de superar la línea defensiva blanquiazul, de hecho, contaron con una opción muy clara en el 61’. Un atacante local rozó el 1-0 al rematar de cabeza un rechace dentro del área. Con Juan Soriano vencido, buscó el gol a placer, pero Lombán sacó el cuero con astucia y reflejos bajo de los palos.
Tras el gol el ritmo del partido se vio trastabillado y Las Palmas finalmente igualó el electrónico en una jugada a balón parado. Araujo remató un saque de esquina en el 85’ para firmar el 1-1. Con los tres pitidos del colegiado quedaron repartidos los puntos entre ambas escuadras. Un punto que aproxima a los blanquiazules aún más a su objetivo.
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