
"Cuando firmé mi contrato en 2013 juré lealtad y fidelidad al club que amo, el Arsenal, y me entristece que no haya sido correspondido. He descubierto que la lealtad es difícil de conseguir. Siento que Londres es mi casa, tengo muchos buenos amigos en el equipo y siento una fuerte conexión con la hinchada. Pase lo que pase seguiré luchando por una oportunidad y no dejaré que mi octava temporada en el Arsenal termine de esta manera. Puedo prometer que esta difícil situación no cambiará en nada mi manera de pensar, seguiré entrenando lo mejor que pueda y siempre que sea posible utilizaré mi voz contra la injusticia".
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