Querido por Al-Thani y su entorno: "Le querían muchísimo, aunque el equipo tuvo altibajos. Bajaron a Segunda un curso en el que jugó poco y al año siguiente fue muy importante. Era el capitán. El equipo ascendió y la gente estaba con él. El jeque le llamó el mismo día de su retirada. Le dijo que siguiese vinculado al club, que contaban con él. Él no lo tenía claro, pero el jeque le insistió. “Mañana empiezas’”, le dijo. Su primer puesto fue de enlace entre el primer equipo y la directiva, pero sólo estuvo una semana. Al director general no le cuadró mucho y entonces pasó a la cantera, con Manel Casanova, que fue su padre deportivo y era un tipo genial. Ahí aprendió muchísimo de fútbol y le encantaba estar con los chavales. Estuvo cuatro años y el jeque le dijo que lo llevase todo, que fuese el director deportivo".
Su etapa... y luego el cese: "Los dos primeros años fueron muy buenos. Recuerdo que cogió al equipo en descenso y ganaron al Atlético de Madrid. Se movía muy bien en el mundillo y tenía contactos. Quedaron quintos y para la gente del Málaga, al principio, Arnau era como un dios. No le gustaba verse tanto en el foco y siempre fue un poco pesimista. Decía que los resultados mandaban y tenía muy claro que el fútbol es duro. El cese le dolió mucho y fue la primera vez que yo realmente vi mal a mi marido. Nunca había tenido, que yo supiese, un problema psicológico, pero en ese momento sí estaba, no sé si en una depresión, pero al menos en un momento muy malo".
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